La formación del campo académico de la Educación Física (EF) y su incorporación como materia escolar en Argentina ha generado significativos debates y disputas que perduran hasta el día de hoy. 

En la situación actual, se observa como un problema la desconexión existente entre el marco legal, las políticas públicas y educativas, y las prácticas docentes dirigidas a la inclusión, y sus efectos específicos en cada institución educativa, y, por ende, en las experiencias individuales de las personas que forman parte de estas.

A pesar de numerosos cambios en el plan de estudio y en las teorías subyacentes, la Educación Física (EF) escolar siempre se ha mantenido y se ha enfocado en modelar un tipo de cuerpo que es aceptado en una sociedad excluyente.

Influida por el capacitismo, es decir, por la creencia en las «capacidades naturales» de los cuerpos, ha intentado dar forma a los cuerpos de acuerdo con las expectativas políticas y sociales: cuerpos delgados, mesomorfos, productivos, viriles y fuertes en el caso de los hombres, y cuerpos decorosos y elegantes en el caso de las mujeres, entre otros. Si la EF moldea cuerpos según estas «capacidades naturales», no se puede ignorar la expresión «capacidades diferentes» en relación con aquellos que no se ajustan a ese estándar.

El propósito de la propuesta busca centrarnos en lo que sucede con los cuerpos de los estudiantes con Trastornos del Espectro Autista  en las clases de EF y cómo podemos brindar respuestas pedagógicas a este gran desafío del siglo XXI.

También se busca ofrecer elementos que permitan potenciar los conocimientos de los profesores de educación física que habitan las escuelas y se dedican a abordar los desafíos relacionados con los estudiantes que presentan Trastornos del Espectro Autista (TEA) y la inclusión.