La innovación tecnológica no es un proceso lineal. Se trata de un proceso altamente iterativo y las iteraciones no consisten solamente en efectuar la misma tarea una y otra vez. Las iteraciones suelen incluir “un saber hacer” y reconsiderar muchos factores técnicos y de negocios, con una vista siempre cambiante de cómo se puede implementar la idea, y en los mercados que puedan estar interesados. Poco a poco se llega a un nuevo producto y un nuevo negocio que podría ser bastante diferente de lo que se imaginó primero.

La innovación tecnológica toma entidad y se materializa a través del método tecnológico. Este método y sus herramientas permiten concebir una solución a un problema, aunque no se sepa en primera instancia cómo se lo resolverá. Pero asegura que se utilizarán conocimientos de base científica para resolverlo. Luego se realizarán diversas estrategias para lograr el artefacto o solución. Estos resultados suelen estar en una etapa previa a la industrialización. En definitiva, son los Desarrollos Tecnológicos, los principales antecedentes técnicos de la innovación.

Las competencias en el Desarrollo Tecnológico son absolutamente diferenciales para quien quiera innovar. Sin ellas, no se produce tecnología alguna. Son el núcleo duro de la naturaleza institucional de las empresas tecnológicas, universidades o consultoras, en el caso de que pueden llegar a dominarlas y usarlas a algunas de estas herramientas. Pero en la Argentina son contadas las instituciones que las dominan en su totalidad, y además posean los activos tecnológicos para utilizarlas. La CNEA, la CONAE, el Y-Tec, se cuentan entre ellas.

En ese contexto, la formación generalizada de tecnólogos o desarrolladores de tecnología, es un factor estratégico para el desarrollo local y nacional enfocados a la innovación tecnológica. La misma debe ser pensada, tanto como una contribución a la formación de grado, o como una especialización en sí misma.